¿Más ingenio?

A veces nos cuesta decir las cosas de una forma distinta a la innata, a la primera que nos viene a la cabeza. Imaginemos por un momento que tuviéramos que contar una misma historia de 99 formas distintas; esto es justo lo que nos propone el maestro Queneau en su libro ‘‘ejercicios de estilo’’. 
Sin duda con esta obra le plantea un gran pulso a la versatilidad, combate que le gana tras nada más y nada menos que 99 asaltos.
Un juego en el que la originalidad, el dominio del lenguaje y el ingenio son nuestras cartas ganadoras.
Exprimir el texto al máximo, pulpa y piel incluidas -o no- porque según su propio autor, a veces es mejor dejar las mondas de la naranja con algo de fruta: <<Me detuve en los noventa y nueve, juzgando satisfactoria la cantidad; ni tanto ni tan calvo. El ideal griego, vaya. >> 




Ahora nos toca a nosotros crear un texto base y sobre él enunciar nuestras propias variaciones. He aquí el mío, las variaciones para el próximo post; que mañana va a sonar el despertador casi 99 veces…


Absurda cafeína

El señor marciano uno y el señor marciano dos estaban tomando un café en el Vips una tarde de domingo y charlando sobre lo caro que resultaba el transporte interplanetario.
  -Cuando Sendy y yo nos fuimos de luna de miel a Saturno casi  tenemos que empeñar la nave.
  -Pues porque no has probado a hacer el crucero estelar… tanto gasto y total, esto de las estrellas…¡vista una vistas todas!
  -Sí, si hasta para ir el otro día del cráter 4 al cráter 6 en el boogie me cobraron una burrada, estos del club de golf se pasan tres galaxias.

  -¿Señor?¿señor?! ¿cuanto le pongo?
  -Euhmmm sí sí perdone, lléneme el depósito… Tal vez debería descansar más, esto de la crisis y de la subida del gasoil se me está empezando a subir a la cabeza.

Buenas noches.
Sofía


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