Le cadavre exquis boira le vin nouveau.

Esta frase en francés no es sino el resultado que obtuvieron algunos pintores surrealistas jugando a consecuencias, un juego que consistía en escribir o dibujar haciendo individualmente una aportación al total del dibujo o del texto pero sin conocer lo aportado por el resto; lo que convierte el resultado en algo dispar y cuanto menos curioso.
De ahí viene el nombre, del cadáver exquisito que bebía vino nuevo.
Se nos propuso este ejercicio en clase con una enorme hoja en blanco y una única referencia para guiarnos en nuestro escrito, la frase del compañero anterior.¡ Aquí os dejo el resultado!


Era una noche fantasmagórica, todo daba miedo y el pero no paraba de de tembrar, las raquíticas ramas de los arboles se quebraban con fragilidad mientras una densa niebla se formaba en torno a mi. El frió entumecía mis músculos y mis ideas y entonces vi la cara de un león pero lo que importaba no era el destino,sino el camino recorrido. Por lo pronto encontrar un sitio donde alojarme era una broma, las avenidas ramificaban ausentes y mientras yo caminaba y pensaba en lo que me habían dicho antes, el pájaro es la clave, el pájaro es la clave, si lo pierdes de vista no habrá nadie quien te guié, por esto perdí a mi hermano en la guerra. Así que fui corriendo hacia la gente y de repente vi algo que me dejo perplejo; un hombre hacía el pino rodeado de palomas, estas le rodeaban mirando y organizando tal escándalo para arrancarle los ojos, pero el sabía que no lo lograrían, ya que tenia los ojos de cristal. Así que le robo el saringhan porque era algo muy típico de su familia.
Mi familia es de una época muy antigua. Me la traje en uno de mis viajes al pasado, estaba asustado, era la primera vez que viajaba a aquella época pero estaba acompañado de ella así que estaba tranquilo. Un extraño sentimiento se apoderó de su ser,pero se encamino hacía la estación con las manos vacías y sin rumbo fijo, solo viajar.
Metió sus lapices de colores y sus acuarelas en la maleta y empezó a caminar, no pesaba mucho pero le costaba tirar de ella como si llevase mil piedras dentro. Pese a todo decidí que ya no importaba, podría soportar lo que me echaran porque me sentía feliz, estaba a su lado, con su sonrisa, su voz calurosa, me quería y no importaba nada. Y fue en ese apogeo sentimental momentáneo que estaba cuando afronto la verdad que no quería creer, ahora ya cree en todo y entonces si que puede soportar todo lo que le echaran por siempre y jamás.

Buenas tardes.
Sofía


    

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